En el artículo de la semana anterior te hablábamos del estado de flujo. Hoy, desde Gesinpol queremos mostrarte formas en las que puedes cultivar el estado de flujo en situaciones comunes que encontrarás como estudiante.
Algunos se ajustan a las situaciones de flujo típicas en las que escuchas (estudios en particular), mientras que otros se centran en el tiempo libre).
1. Clase
Hay clases que son aburridas, ya sea por el profesor o por el tema que se está exponiendo. Así que es tentador desconectarse.
En el libro de Fluir, una psicología de la felicidad de Csikszentmihalyi describe “actividades de microflujo” que puedes usar para mantenerte ocupado durante clases aburridas u otras situaciones tediosas. Estas son algunas:
- Haz garabatos.
- Cuenta cuántas veces un profesor usa una palabra en particular.
- Toma apuntes en un idioma diferente.
- Juega con el bolígrafo.
Todas estas son actividades que hacen que las clases aburridas se parezcan más a actividades fluidas, al mismo tiempo que te permiten prestar atención cuando un profesor menciona material importante.
No te estamos animando a ignorar las clases; más bien, te proponemos formas en las que puedas mantener tu enfoque cuando las cosas se ponen aburridas.
2. Estudiar y Tareas
Estudiar es una actividad rica en oportunidades para fluir, pero no sucederá por sí sola. Es fácil estudiar de una manera distraída y desapegada. El método clásico de “estudio” de leer los apuntes del temario en para preparar un examen, por ejemplo, no es un método de estudio efectivo ni nada parecido a una actividad fluida. Crear y estudiar con tarjetas didácticas, en cambio, puede inducir un intenso estado de flujo.
Lo mismo ocurre con los deberes. En lugar de apresurarte para terminar una tarea lo más rápido posible, disminuye la velocidad y permítete sumergirte en el mundo de la tarea. Esto puede funcionar para todas las materias, desde conjuntos de problemas matemáticos hasta lecturas. La clave es que tomes un papel activo en el proceso.
Csikszentmihalyi también menciona un consejo clave para hacer que las tareas aburridas sean más agradables: la “ludificación”. Describe cómo crear un juego a partir de una actividad aburrida puede hacer que sea más fácil de completar.
Por ejemplo, puedes desafiarte para ver cuántos problemas puedes resolver en un período de tiempo determinado. O cuando escribas, ver cuántas palabras puedes anotar dentro de un límite de tiempo.
Por supuesto, habrá momentos en los que tendrás que sentarte y hacer el trabajo aburrido, incluso cuando no tengas ganas.
3. Pruebas y Exámenes
Las pruebas y los exámenes son un caso de uso complicado para el flujo. Por un lado, no querrás estar tan absorto en el trabajo que pierdas la noción del tiempo. Después de todo, la gestión adecuada del tiempo es clave para asegurarte de terminar las pruebas y los exámenes a tiempo.
Por otro lado, a veces puede ser beneficioso perderse en la prueba… por unos momentos. Por ejemplo, cuando son exámenes que requieren una respuesta de descripción larga, entrar en el mismo tipo de flujo que cuando escribes una narración larga es clave para concentrarte lo suficiente como para escribir algo sólido en la cantidad limitada de tiempo que tengas.
4. Trabajo
Csikszentmihalyi describe lo que él llama una “personalidad autotélica”, que es “la capacidad de crear experiencias de flujo incluso en el entorno más estéril”. Argumenta que cualquiera puede desarrollar esta actitud, incluso si el trabajo que realizan es “aburrido” en apariencia.
5. Tiempo libre
Parece contradictorio, pero el tiempo libre puede ser más difícil de disfrutar que el trabajo.
“Irónicamente, los trabajos son en realidad más fáciles de disfrutar que el tiempo libre, porque al igual que las actividades de flujo, tienen metas, comentarios, reglas y desafíos incorporados, todo lo cual anima a uno a involucrarse en el trabajo, concentrarse y perderse en él. El tiempo libre, por el contrario, no está estructurado y requiere un esfuerzo mucho mayor para convertirse en algo que se pueda disfrutar.”
La respuesta, entonces, es encontrar una forma de imponer más estructura a tu tiempo libre. Esto no significa que tengas que crear un cronograma detallado de lo que haces cuando no estás trabajando (aunque ese es un enfoque que puedes probar). Lo que recomendamos es que utilices tu tiempo libre para una búsqueda creativa o constructiva. Puedes, pasar tu tiempo libre yendo en bicicleta, leyendo libros o aprendiendo algún idioma.