A menos que seamos unos cerebritos, cualquier examen requiere de un tiempo de preparación previa. Un examen en época universitaria, el examen teórico de conducir…
Sin embargo, cuando hablamos de una oposición, la cosa se complica por la extensión del temario y la preparación de las pruebas físicas.
Si queremos conseguir una plaza en la Guardia Civil o el Cuerpo Nacional de Policía, son muchas las horas de sacrificio que tendremos que emplear para conseguirlo y, sobre todo, es un camino largo en el tiempo.
El hecho de que sea una carrera de fondo hará que, inevitablemente, pases por varias fases y altibajos. Tendrás momentos de motivación y otros en los que tus ánimos mermarán y comenzarás a procrastinar.
No te juzgues o castigues, entra dentro de lo normal. Lo importante es no perder de vista nuestro objetivo final. La motivación que nos ha puesto en ese camino.
Desde Gesinpol, academia de oposiciones a Guardia Civil, te echamos un cable contándote algunas pautas para superar la procrastinación.
Qué es la procrastinación
La procrastinación es el acto de retrasar o posponer tareas, deberes o responsabilidades, a menudo optando por actividades menos importantes o más placenteras.
Este comportamiento puede parecer inofensivo en ocasiones, pero cuando se convierte en un hábito, puede tener consecuencias negativas significativas en diversos aspectos de la vida.
Causas de la procrastinación
Existen múltiples razones por las cuales las personas procrastinan. Algunas de las más comunes incluyen:
- Perfeccionismo: El miedo a no hacer algo perfectamente puede llevar a postergar el inicio de la tarea.
- Falta de motivación: Cuando una tarea no resulta atractiva o no se le ve un propósito claro, es fácil aplazarla.
- Mala gestión del tiempo: La incapacidad de organizar y priorizar tareas puede resultar en la postergación constante.
- Ansiedad y estrés: El estrés asociado con la tarea puede llevar a evitarla por completo.
- Falta de confianza: Sentir que no se tiene la habilidad o el conocimiento necesario para completar la tarea puede resultar en procrastinación.
Consecuencias de la procrastinación
La procrastinación puede tener diversas consecuencias negativas tanto a corto como a largo plazo:
- Estrés y ansiedad: A medida que se acerca la fecha límite, el estrés y la ansiedad pueden aumentar, afectando la salud mental.
- Rendimiento deficiente: Las tareas realizadas a último momento suelen ser de menor calidad.
- Impacto en la carrera: La procrastinación crónica puede afectar el desempeño laboral y las oportunidades de avance profesional.
- Relaciones personales: Posponer responsabilidades puede causar tensiones en las relaciones personales y familiares.
- Salud física: El estrés crónico asociado a la procrastinación puede tener efectos negativos en la salud física, como problemas de sueño y dolores de cabeza.
Tipos de procrastinadores
Aunque todos procrastinamos en algún momento, las razones y patrones pueden variar:
- Procrastinador perfeccionista: Temen no cumplir con altos estándares y, por lo tanto, posponen las tareas.
- Procrastinador soñador: Tienen grandes ideas pero les falta la organización para ejecutarlas.
- Procrastinador desorganizado: Carecen de habilidades para la gestión del tiempo y la planificación.
- Procrastinador rebelde: Resisten las tareas que les imponen otros, postergándolas como acto de rebeldía.
Cómo identificar la procrastinación
Reconocer la procrastinación es el primer paso para superarla. Algunos signos comunes incluyen:
- Posponer tareas importantes: Elegir hacer tareas triviales en lugar de las que realmente importan.
- Excusas frecuentes: Justificarse constantemente para no empezar una tarea.
- Sentimientos de culpa: Sentir remordimiento por no haber hecho lo que se debía.
- Evitar la responsabilidad: Delegar o ignorar tareas importantes esperando que otros las resuelvan.
Procrastinar es, en definitiva, ponernos una zancadilla a nosotros mismos. Se trata de posponer o aplazar tareas que sabemos que debemos realizar por el hecho de que nos generan ansiedad, incertidumbre, incomodidad o algún tipo de emoción desagradable.
El problema de la procrastinación se genera cuando se convierte en algo demasiado habitual que comienza a tener repercusiones negativas en nuestro día a día.
Por ejemplo, acostumbrarnos a procrastinar en el proceso de preparación de una oposición puede acabar costándonos la plaza porque, tras tanto posponer el estudio, no llegamos a la fecha de la prueba bien preparados. ¡Que no te pase a ti!
Claves para dejar de procrastinar
¿Te cuesta mucho ponerte a estudiar? ¿Buscas excusas o intentas autojustificarte porque hoy no le hayas dedicado todo el tiempo que tenías planeado? Si estás opositando y, tras leer estas líneas, te reconoces en una etapa de procrastinación, el momento de frenar esta situación es ahora.
Superar la procrastinación requiere un enfoque consciente y la implementación de estrategias específicas. Aquí tienes algunas claves efectivas para dejar de procrastinar:
Supera los pensamientos negativos
Uno de los mayores obstáculos para dejar de procrastinar son los pensamientos negativos que invaden nuestra mente. Estos pueden incluir dudas sobre nuestras capacidades, miedo al fracaso o una percepción distorsionada de la tarea que debemos realizar.
- Reestructura tus pensamientos: Identifica y desafía las creencias negativas, reemplazándolas con afirmaciones más positivas y realistas.
- Enfócate en el progreso, no en la perfección: Reconoce y celebra pequeños logros en lugar de esperar hasta completar la tarea perfecta.
“No voy a ser capaz de memorizar el tema que me toca”. “Seguro que tardo mucho más de lo previsto en aprenderme el siguiente punto y acabo llegando a la prueba sin estar lo suficientemente preparado”. “No sé si valdré para este puesto”.
¿Alguno de estos pensamientos aparece por tu cabeza cuando te planteas ponerte a estudiar? No los dejes allí ni un minuto más.
Visualiza pasos pequeños
No pienses solamente en la prueba o el momento final. Olvídate de recordarte que antes de ese examen deberás aprenderte todo el temario que tienes encima de la mesa.
No lo veas como una meta lejana y difícil, y cámbialo por pequeños pasos. Puedes dividir tu temario en varios apartados o estructurar tus entrenamientos para la prueba física de forma que tengas varias pequeñas metas a cumplir.
“Esta semana intento llegar a las 5 dominadas”. “En dos meses, mi objetivo es conseguir realizar la carrera en X tiempo”. De esta forma, lo visualizarás como pequeños éxitos mucho más asequibles que harán crecer tu motivación.
A menudo, la procrastinación ocurre porque una tarea parece abrumadora cuando se mira en su totalidad. Dividir las tareas grandes en pasos más pequeños y manejables puede hacer que el proceso sea menos intimidante.
- Divide la tarea: Fragmenta la tarea en partes más pequeñas y específicas que puedas completar una a una.
- Establece micro-objetivos: Define objetivos pequeños y alcanzables que te mantengan motivado y enfocado.
- Utiliza técnicas de tiempo: Métodos como la Técnica Pomodoro pueden ayudarte a trabajar en intervalos cortos con descansos regulares, haciendo la tarea más manejable.
Crea listas para todo
Para poder llevar a cabo esas pequeñas metas, es importante que sepas organizarte y estructurar tus objetivos.
Hazte listas de los pasos a seguir para conseguir cada uno de ellos y, conforme vayas realizándolos, táchalos para sentir que vas avanzando en la consecución de tus éxitos.
Por ejemplo, si quieres memorizar un tema completo en una semana, divídelo en 7 partes y táchalas de la lista cuando creas que te has aprendido cada una de ellas. ¡Verás qué sensación de satisfacción y cómo al día siguiente encaras el tiempo de estudio de otra forma!
- Prioriza tus tareas: Ordena tus tareas por importancia y urgencia para asegurarte de abordar primero las más cruciales.
- Usa listas diarias: Crea una lista de tareas diaria que sea realista y alcanzable.
- Revisa y ajusta: Revisa tu lista al final del día y ajusta las tareas para el día siguiente según sea necesario.
Desconecta del mundo digital
Las distracciones digitales, como las redes sociales, los correos electrónicos y los mensajes, son grandes culpables de la procrastinación. Desconectarte de todo esto puede ayudarte a concentrarte mejor en tus tareas.
Dedica bloques de tiempo específicos durante el día en los que te desconectes de todas las distracciones digitales. ¡Excepto del aula virtual de Gesinpol!
Pasa a la acción
Suena imperativo, pero te explicamos a qué nos referimos. Las personas que procrastinan tienen tendencia a sobreanalizar demasiado todo lo que hacen. “¿Estará bien hecho así?” ¿”Si lo estudio de esta forma no me cundirá más?” “Quizá sería mejor coger otros apuntes para ampliar la información”.
Deja de preocuparte por si es la mejor forma de estudiar o si te iría mejor hacerlo de otra. Simplemente actúa, pasa a la acción, ponte a ello y, sobre la marcha, verás si tienes que cambiar o modificar algo de tu rutina. Empezar hará que dejes atrás esos bloqueos y dudas.
- Empieza con algo pequeño: Comienza con una tarea sencilla relacionada con tu objetivo principal para ganar impulso.
- Comprométete públicamente: Decirle a alguien tus planes puede aumentar tu responsabilidad y motivación para actuar.
- Utiliza un temporizador: Establece un temporizador para trabajar durante un período breve y luego evalúa tu progreso.
Ten presente tu meta
Que no se te olvide nunca por qué empezaste en este proceso de oposición. Quieres formar parte del Cuerpo la Guardia Civil. Es tu meta y, si realmente es lo que quieres, estás en el camino correcto para tratar de conseguirlo.
El autoconocimiento es muy importante a la hora de embarcarse en un período de estudio tan largo pero, si tienes claro que estás luchando por lo que de verdad te gusta, recordártelo cada día hará que recargues pilas.
Recordar constantemente por qué estás haciendo algo puede darte la motivación necesaria para seguir adelante y no procrastinar.
- Visualiza el éxito: Imagina cómo te sentirás y qué beneficios obtendrás al completar la tarea.
- Escribe tus objetivos: Coloca tus metas en un lugar visible para que siempre recuerdes por qué estás trabajando.
- Revisa tus objetivos regularmente: Tómate un tiempo para revisar y reflexionar sobre tus metas, ajustándolas si es necesario para mantener tu motivación.
Así que, opositor, aspirante a Guardia Civil, deja a un lado la procrastinación, saca tus ganas, tu fuerza de voluntad y motivación y ponte manos a la obra para lograr el puesto que te mereces.
En Gesinpol te ayudamos a estar más cerca de tu meta, porque sabemos que ¡puedes conseguirlo!
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