Es una tarde aburrida. Estás cansado después de clase y todo lo que quieres hacer es acurrucarte delante de la tele con una taza de té. Pero realmente deberías estudiar, y lo sabes. Solo que no te apetece en absoluto.
Tal vez tengas un examen pronto. O, tal vez, simplemente sabes que debes estudiar un poco todos los días.
¿Cómo evitas la procrastinación y aumentas la motivación para empezar?
Hay algunos pasos a largo plazo que podrías tomar para asegurarte de que te ocurra con menos frecuencia, como desarrollar más autodisciplina y mejores hábitos de estudio…
…pero, ¿y si necesitas empezar ya?
Sigue el proceso de 5 pasos para obtener la motivación de estudio que necesitas:
Paso 1: Dar un paseo
Curiosamente, este es uno de los pasos más efectivos del proceso y, por lo general, es el que te puede dar más pereza. Cuando hay mucho trabajo por hacer, es contradictorio dejarlo todo atrás y salir. Entonces, ¿por qué deberías hacerlo?
Dos grandes razones:
- Caminar es bueno para tu cerebro.
- Caminar crea un impulso productivo.
Hablemos primero de la parte del cerebro.
El ejercicio moderado, como salir a caminar, produce un par de cosas:
Primero, pone a tu cerebro en un estado óptimo para recibir y almacenar nueva información. El ejercicio estimula la producción de varias hormonas que promueven la neuroplasticidad, o la capacidad del cerebro para formar nuevas vías neuronales. Esto es crucial para la capacidad de aprender y memorizar cosas nuevas.
Como si eso no fuera suficiente, el ejercicio, específicamente el ejercicio al aire libre, es excelente para tus niveles de energía y motivación. Este es el por qué:
- El ejercicio produce endorfinas, sustancias químicas que mejoran el estado de ánimo y aumentan la motivación. También mueve más oxígeno a tu cerebro, lo que ayuda a ahuyentar la niebla mental y la fatiga persistente.
- Salir al aire libre incluso durante 30 minutos producirá suficiente vitamina D para aumentar tu energía y mejorar tu estado de ánimo.
La ciencia nos dice que el ejercicio es bueno para nuestro cerebro, pero hay otra cosa genial que hace salir a caminar que te ayudará a impulsar la motivación. Crea impulso.
Salir a caminar te hará sentir como si hubieras logrado algo.
En lugar de sentarte en el escritorio, deprimirte y sentir que deberías estar haciendo algo, en realidad ya estás haciendo algo. Cuando regreses a tu escritorio, ya te sentirás realizado, y eso te dirigirá hacia tus apuntes.
Funciona por la misma razón por la que hacer la cama o lavar los platos te ayuda a empezar bien el día. Crea impulso. Los objetos en movimiento tienden a permanecer en movimiento. Salir a caminar te pone en movimiento y en modo productivo.
Paso 2: Comprométete con una sola tarea
Has regresado de la caminata y es hora de sentarte y trabajar un poco. No empieces todavía. Primero, elige una cosa en la que concentrarte.
Si eliges más de una cosa, tienes más posibilidades de distraerte.
Cuando intentes realizar múltiples tareas, tendrás la tentación de saltar al siguiente elemento de la lista de tareas pendientes en el momento en que la primera cosa se vuelva aburrida o difícil. Es la naturaleza humana.
Y lo que funciona muy bien: escribe tu meta. Cuando escribes una meta, estás comprometido con ella. Tienes algo que mirar que te recordará tu enfoque principal para ese día.
Paso 3: Ordena tu espacio de trabajo
Antes de continuar, deshazte de todo lo que no se relacione con la tarea en cuestión.
- Tira lo que no uses.
- Crea un espacio de trabajo despejado.
- Cierra las pestañas adicionales del navegador que no vas a usar.
- Apaga por completo Internet, si es necesario.
- Una vez hecho esto, estarás listo para empezar.
Paso 4: Date 5 minutos antes de empezar
Saca tus apuntes y míralos durante cinco minutos. Puedes hacer cualquier cosa durante cinco minutos.
Esto se aplica a cualquier tarea o estudio que tengas que hacer. Date tareas fáciles al principio. Luego, aumenta la dificultad a medida que ganas impulso y concentración.
Paso 5: Usa la Técnica Pomodoro
- Pon un temporizador de veinticinco minutos y trabaja en una sola tarea durante esos veinticinco minutos.
- Toma un descanso de cinco minutos después de que suene el temporizador.
- Repite el 25/5 cuatro veces más.
- Toma un descanso más largo.
La Técnica Pomodoro no solo ayuda a eliminar la resistencia, porque trabajar durante 25 minutos es manejable; también, con el tiempo, puede ayudar a mejorar tu capacidad de atención y concentración.
Te sorprenderá lo rápido que pasan los 25 minutos, y una vez que empieces a fluir bien, ¡no tengas miedo a ignorar el cronómetro y seguir adelante! El objetivo de la técnica es solo para que comiences.
Mientras trabajes, mantén una hoja de papel a tu lado. Cuando pienses en algo (por ejemplo, enviar un correo electrónico al profesor, enviar un sms a un amigo o buscar una receta), escríbelo en una hoja de papel y vuelve al trabajo.
Esto ayuda a ahuyentar los pensamientos que distraen tu cerebro. Cuando los escribes, alivias la necesidad del cerebro de recordarlos y te puedes concentrar completamente en la tarea en cuestión.
Motivación a largo plazo
Entonces, ¿qué pasa con algunas cosas a largo plazo que puedes hacer para ayudar a mejorar la motivación para estudiar? Hay algunas cosas que puedes hacer:
- Desarrolla más autodisciplina
- Desarrolla mejores hábitos de estudio
- Crear un buen ambiente para estudiar.
1. Construir autodisciplina
Esta es probablemente una de las cosas más difíciles pero más gratificantes que puedes hacer. La autodisciplina no es el acto real de cambiar tu comportamiento, sino la fuerza con la que creas un cambio de comportamiento.
Si bien es una de las rutas más difíciles de tomar, desarrollar la autodisciplina crea una línea de base por la cual vivir. Te prepara para un mayor éxito más adelante.
2. Desarrolla mejores hábitos de estudio
Los hábitos son la clave para optimizar toda tu vida. Son casi más efectivos que la autodisciplina, porque una vez establecidos, no requieren fuerza de voluntad para mantenerse en movimiento.
- Piensa en una razón sólida por la que quieras desarrollar mejores hábitos de estudio, como conseguir la plaza a Guardia Civil, obtener buenos resultados en los exámenes o tener menos estrés en torno a los plazos de las tareas.
- Crea una rutina que planees seguir cada vez que quieras estudiar, como ir a un lugar específico a una hora específica.
- Comprométete a cambiar. Escribe tu plan. Elimina tanta resistencia a esa rutina como puedas y hazla con la mayor frecuencia y la mayor consistencia posible hasta que se convierta en un hábito.
3. Crea un buen ambiente para estudiar
La tercera herramienta poderosa para aumentar tu motivación es crear un entorno propicio para hacer las cosas.
Si tu dormitorio u oficina está desordenado y desorganizado, ¿cómo puedes esperar que tu cerebro se concentre en el trabajo?
Es bueno tener un espacio que tu cerebro asocie con la productividad. Así como usamos la cama solo para dormir, debes tener un espacio que solo uses para estudiar.
Encuentra la motivación que necesitas para estudiar
En resumen, si tienes problemas para estudiar, hay cinco pasos que debes seguir:
- Sal a caminar.
- Comprométete con una sola tarea.
- Ordena tu espacio de trabajo.
- Date 5 minutos antes de empezar.
- Usa la Técnica Pomodoro.
Combina esto con una dosis de autodisciplina, hábitos de estudio saludables y un espacio de estudio bien ordenado, y no te resultará demasiado difícil sentirte motivado para hacer el trabajo.