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¿Por qué no me concentro para estudiar?

Preparar unas oposiciones con éxito requiere de una gran motivación mantenida en el tiempo y de una infinita constancia. Sentarnos en nuestra mesa de trabajo, abrir el temario y estudiar demanda unos niveles altos de concentración que a veces no tenemos. ¿Por qué hay días que no nos concentramos para estudiar? ¿Qué podemos hacer para mejorar la atención? Hoy en Gesinpol, la mejor academia de preparación de oposiciones a Guardia Civil, analizamos las principales razones por las cuales no te concentras y te ayudamos a sacarle todo el jugo posible a tu jornada de estudio.

¿Qué es la concentración?

La concentración es el estado de una persona que fija su pensamiento en algo, sin distraerse, y juega un papel imprescindible a la hora de obtener conocimientos. Cuando estamos preparando unas oposiciones, sean del tipo que sean, la palabra concentración es una de las más importantes durante todo el proceso de preparación, ya que sin ella, parece que el temario no está dispuesto a “entrar y quedarse” en nuestra cabeza.

Como ocurre con casi todo, la concentración también se puede entrenar, así que si eres una persona dispersa y te cuesta centrar tu atención en una sola cosa, no te preocupes. Trata de seguir todas las recomendaciones y poco a poco notarás como tu cabeza dirige su atención a lo verdaderamente importante e ignora el resto de cosas.

¿Por que no me concentro?

Leer y no retener, parar para ordenar los bolígrafos, levantarse a por agua, distraerse mirando fijamente un cuadro… ¡parece que hoy la concentración se nos ha ido volando! Estas son algunas de las razones por las cuales te puede estar pasando eso:

Falta de descanso. Ya te hablamos en una ocasión de la importancia de descansar bien para rendir al día siguiente. Y es que dormir no es sinónimo de descansar. Los expertos recomiendan dormir entre 7 y 8 horas diarias para que tu cuerpo pueda recargar pilas y rendir a tope a la mañana siguiente. Sino lo haces, en lugar de estar aprovechando las horas, lo único que harás será perder el tiempo y desmotivarte. Cuida tu rutina de sueño y descanso, es importante.

Problemas personales. Cuando tu mente está en otro sitio, parece que no hay nada que hacer. Trata de solucionar todo lo que tienes alrededor, porque tu cabeza necesita estar despejada y centrada en lo verdaderamente importante. Trata de poner en orden tus sentimientos y emociones.

Cansancio físico. Tanto el sedentarismo como el ejercicio físico excesivo pueden dar lugar a falta de concentración. No moverse ni hacer deporte durante el día puede dar lugar a que estemos inquietos y dispersos. Pero también si hemos puesto “la máquina” al límite, porque puede que algunas dolencias o el cansancio excesivo nos impidan concentrarnos en los apuntes.

Ausencia de motivación. Esto sí que es un verdadero problema porque preparar una oposiciones requieren de una alta motivación y de una mentalidad ganadora durante todo el proceso. ¿De dónde viene esa falta de motivación? ¿Es algo pasajero o realmente piensas tirar la toalla?

Interioriza todos estos enemigos de la concentración y trata de superarlos para que no te vuelvan a ocurrir.

¿Cómo puedo concentrarme?

Lo cierto es que hay una serie de hábitos que pueden ayudarte a focalizar tu atención en los apuntes y mejorar la capacidad de atención.

Crea un planning y cumple las metas. Esto puede servirte para motivarte y también para saber qué objetivos tienes que cumplir en ese día concreto.

Establece un horario habitual para empezar, descansar y terminar. A la hora de estudiar, lo mejor que puedes hacer es crearte una rutina de estudio y seguirla a rajatabla para que tu cuerpo/mente la interioricen y estén más que acostumbrados a trabajar de esa forma. La concentración y el rendimiento aumentarán.

Gestiona los picos de concentración. Poco a poco te darás cuenta de en qué momentos tu mente está a tope y en cuáles necesita descansar. Crea tu horario en función de eso y sácale el mayor rendimiento posible a tu cerebro.

Dieta equilibrada y buena hidratación. Aunque creas que no tiene nada que ver, lo que comemos afecta directamente a nuestra capacidad de concentración.

Buen lugar de estudio, con buena iluminación. Crea un espacio que invite a estudiar y elimina todo aquello que pueda suponer una distracción para ti (adiós al móvil durante la jornada de estudio). Es importante que esté ordenado y, sobre todo, muy bien iluminado.